Como no dejo de clasificar y repasar los numerosos documentos que
tengo en mi humilde y noble archivo, muchos de los cuales me han llegado por
diversos conductos, encontré uno que me dio cierta alegría, no porque fuese su
contenido cierto o no, que es lo de menos, pues el ser humano no elige dónde
nacer ni dónde morir solamente elige y en ocasiones, ni eso, dónde vivir.