11 meses, 300 y pico días, cientos de horas, miles de minutos y millones de segundos sin ver tu cara, son oír tu voz, sin ver tu llamada todas las mañanas, sin verte sentado en tu sillón,....y dicen que me tengo que conformar. A veces si y a veces no quiero conformarme, solo quiero tenerte a mi lado. Te extraño papá.    Como me gustaría contarte que Sergio ha dejado el futbol y que práctica pádel, como me gustaría contarte que Jesús sigue de portero y le sigue sin gustar el colegio, como me gustaría contarte que Nachete y Laurita están para comérselos, como me gustaría contarte que te echamos mucho de menos y que tengo en mi corazón guardado todos tus consejos. Te quiero.

16 de febrero 2021

Tal día como hoy nos despedíamos de ti, aunque ya llevabas días que dejaste de luchar porque no podías más.    Ya un año desde que te fuiste.   Que vacío tan grande has dejado en nosotros. Jamás imaginé que se podía sentir algo así. Cuantas emociones encontradas, tu partida y su llegada; tu ida y su venida; pero como la vida es así de caprichosa, parece que en ella hay un poco de ti.    ¿Consuelo? Ninguno. Solo dejar que el tiempo intente cicatrizar esta gran herida. Todavía espero que entres por la puerta de mi casa; que cojas a tus nietos; que me llames para preguntar por ellos o para decirme “ay que ver este Sevilla”.    Solo puedo mirar al cielo con el, y señalando a la estrella más brillante que me diga: “mami, el Abo Amón”.    Gracias Laura Ruiz Cejas , Ignacio y Laurita, por ser las cuerdas que me han sujetado para no caer. Millones de fuerzas para mi madre, nuestro otro pilar, y a ti Ramón J. Freire Santa Cruz y Pilar Freire Santa Cruz.    Vive siempre en nuestro corazón y nuestra mente.    Te quiero papá.

16 de marzo 2021

Eras especial para todos, para mamá, para tu familia, tanto para la más allegada como para la más lejana, para tus vecinos, para tus compañeros, para los más favorecidos y desfavorecidos, para nuestra Hermandad, para todos aquellos que te pedían ayuda desde tu puesto de trabajo y para toda nuestra Écija.   Te llenabas la boca y el corazón diciendo mi España, mi Écija, mi madre, mi mujer, mis hijos Pili, Ramón y Carmen, mis hijos políticos Sergio, Anahí y Laura, mis nietos Sergio, Jesús, Ignacio y Laurita, a la que estamos deseando que nazca para tenerla con nosotros, mis hermanos, mis cuñados, mis sobrinos y sus parejas, mis sobrinos nietos, mis vecinos, mis compañeros, mis amigos, mi Iglesia de Santa Cruz, mi Hermandad, mi Sevilla F.C., mi Écija Balompié, mi calle Zamorano, mi barrio de San Agustín y mis gitanos, mis pisos de Santo Domingo, y de tantos y tantos a los que sería imposible nombrar.    Écija entera te ha querido y te querrá siempre, has hecho y dado mucho por ella, has trasteado y pateado todos los archivos históricos y eclesiásticos habidos y por haber para enseñarnos parte de su historia y de sus personajes ilustres y populares.Innumerables los libros y publicaciones que has dejado escritos y quedarán para la historia.    Te querremos y recordaremos siempre, por lo que has sido con cada uno de nosotros y porque cuando muere un padre quedas huérfano de él, pero en este caso, aunque sea extraño, nosotros, tus hermanos, nos hemos vuelto a quedar huérfanos de padre otra vez. Siempre recurríamos a tí "FIGU", como familiarmente te llamábamos, ya que eras el "FIGURA" de la familia. Nos has guiado, asesorado, ayudado y acompañado en muchos momentos buenos y malos, en cuantas decisiones y pasos importantes hemos dado en nuestras vidas. Recuerdo que siempre papá y mamá decían cuando traíamos algo entre manos: "pregúntale a Ramón", "lo que diga Ramón", "Ramón lo sabe?", porque de esa forma parecía que tu palabra daba conformidad y seguridad a nuestras decisiones.    En fin, Dios te ha querido para Él, posiblemente te necesitará para poner orden en el mundo en estos duros momentos que vivimos y para eso tú te las ingenias bien. Has llegado allí arriba pisando fuerte, has convencido a centenares de familiares, allegados, amigos, compañeros y conocidos para que siguieran confinados en sus casas cumpliendo las normas impuestas y el "QUÉDATE EN CASA". Los has convencido para que no fueran a darte su último adiós personalmente, sino que lo hicieran desde el dolor más profundo de su corazón, dolor y acompañamiento que te aseguro que todos hemos sentido desde la lejanía. Pero Écija entera te promete que tendrás el funeral que te mereces cuando llegue su momento, no hay prisas.    Debes estar orgulloso de muchos seres queridos que has tenido en la vida, de tu maravillosa e inigualable mujer, "tu Pili de tu alma", a la que queremos como una hermana. Siempre los dos juntos desde que erais unos adolescentes. Habrá parejas igual de enamorados que vosotros, pero seguro que más, imposible. Ella lo ha sido todo para tí y tú para ella, y desde que apareció la "terrible" enfermedad, su vida, sus cuidados, sus atenciones, sus desvelos y su dolor eran sólo tú. Hubiera dado su vida por la tuya.    También debes estar orgulloso de tus hijos y sus parejas, han dado por tí todo y más de lo que podían y estaba en sus manos, de tus nietos que han tenido al mejor abuelo del mundo y te echarán mucho de menos, y del resto de la familia, en la medida de lo que cada uno hemos podido hacer.    De mamá qué te digo, si tú mismo llegaste a decirle a Pili que si sentías que llegara el momento de marcharte y dejarnos, sería por no causarle a ella el dolor de perder a otro hijo. Ni en ese terrible caso has mostrado egoismo, todo lo contrario, sentimiento de culpabilidad si cabe. Sé que allá donde estés le estás mandado fuerza, templanza, serenidad, conformidad y calma para su dolor de madre, porque esta María Gálvez, con 90 años cumplidos el mismo día que te pusiste tal mal (vaya regalo de cumpleaños le dió la vida) nos demuestra cada día que no hay quien la derrumbe y sobre todo cuando dice: "Aquí estaré para todo lo que Dios me quiera mandar, pero creo que ya me tenía que haber recogido a mí y no a mis hijos". Está claro que donde hay patrón no manda marinero.    Qué contentos se pondrían papá, Jesús y nuestro italiano querido, Domingo Barbieri, cuando San Pedro te abrió las puertas del Cielo.    Madre mía qué Peña Sevillista vais a fundar, qué nueva Hermandad de los Gitanos, con sus Titulares de Sangre y Dolor y qué buen equipo del Écija Balompié al que tanto queríais los tres.    Qué tertulias montarás con tus queridos y admirados Manolo Gómez, Juan Gamero y muchos otros ecijanos y ecijanistas que ya no están con nosotros. Tertulias moderadas y dirigidas por tu querida Yolanda Marín, a las que invitaréis a presenciar a muchos gitanos y payos que disfrutan de la Gloria de Dios.    Qué decirte de tu querido D. Francisco Carrasco y su familia, como tú siempre lo llamaste y que te quería como otro hijo más. Y qué decir de Esperanza y Pepe Herrera, unos segundos padres para tí en aquellos tiempo donde Málaga era tu segunda tierra.     Qué tristes y doloridos están tus queridos compañeros de trabajo Paco Rodríguez y tu inseparable Chiqui, entre otros muchos.     Fuiste un profesor particular en mi vida de estudiante, un preparador en mis oposiciones al Ayuntamiento de Écija, y aunque sólo tenía 18 años, no me dejabas pasar una tarde libre, ni un día que no me hicieras control de mecanografía o semana que no te tuviera que exponer algún tema. Gracias a ese tesón tuyo conseguí aprobarlas.   Te quiero pedir un favor, no será el último, porque ahora que tienes línea directa con el Gitano de La Sangre y con la Lola de Santa Cruz, habrá que seguir insistiendo cuando sea necesario. No sé si nuestro pueblo recordará aquel TELE MARATON que tú, junto con Pedro Jiménez, el "Loco de Astigi", organizaste para ayudar a los damnificados de las grandes inundaciones que sufrió Écija en el año 1997, donde con la ayuda de tantos ecijanos y foráneos que quisieron participar, se recaudaron muchísimos millones de las antíguas pesetas, así como gran cantidad de enseres. Pues bien, tú que siempre has estado dispuesto para cuantos te necesitaban, podíais organizar un "CIELO MARATHON" y ayudar a esa África olvidada sufriendo hambruna y enfermedades; a cuantos atraviesan mares, sabiendo que pueden perder la vida a cambio de un mundo mejor; a esas fronteras de refugiados olvidadas por muchos países; a tantos niños maltratados y a tantos enfermos y ancianos solos y sin cariño de sus seres querido. Cuánta desgracia y pobreza hay en algunas partes del mundo y cuánta abundancia de todo tenemos en otras. Creo que tienes tarea de sobra.     Adiós "Figu", cuídanos a todos y que sepas que siempre te querré, que nunca te olvidaré, que me acostumbraré a estar sin tí, como cuando papá o Jesús, pero te puedo asegurar que nunca, nunca jamás, me conformaré por tu partida.     Quiero que sepas que Écija entera, toda nuestra familia y yo, pedíamos que te curaras, no ha podido ser y sólo Él sabrá por qué, con las de veces que he subido esa cuesta de San Gil a rogarle y suplicarle al Cristo de todos los ecijanos. Pero sabes una cosa, también le pedía que llegado el momento no sufrieras, que lo evitara y en ese caso me siento agradecida, una noche te quedaste dormido y nunca más volviste a despertar. BESOS AL CIELO DESDE MI CORAZÓN.

18/03/2020

Me piden unas líneas para hablar de D. Ramón Freire, Marques de Santo Domingo y un amigo desde hace muchísimos años .   Ramón era un tío especial , muy especial , aguanto carros y carretas , criticas , envidias, etc de un nutrido núcleo de supuestos intelectuales ecijanos....este supuesto es aplicable tanto a lo de intelectuales como a lo de ecijanos. Yo solo recordare las cientos de noches que vivimos en aquellas tertulias de la televisión que tanto éxito tuvieron , gracias a los tres personajes mas inteligentes que ha podido haber en Ecija …. D. Juan Gamero , D. Manolo Gómez y por supuesto D. Ramón Freire...   Con Ramon he charlado mas que con nadie y de las cosas mas locas del mundo , hemos tenido la cara mas dura del globo terráqueo , me llamo para hacer el famoso Maratón de la riada que casi nos mata de las horas que echamos allí y nunca perdió la sonrisa a el le encantaba eso …   A su Familia solo decirles que el ha vivido la vida que ha querido , ha sido amado por su esposa sus hijos y sus amigos y ha sido envidiado por muchos paletos con ínfulas, pero al final el que vendía libros era él... A toda esa gente gris que nunca perdonaron su éxito en todo lo que se enfrascaba ..solo me queda decirle -.¡¡ Que os den a todos !!   A sus hijo y toda su familia decirle que pueden y deben presumir de su padre ,porque era un hombre de palabra y muy amigo de sus amigos , inteligente con gran sentido del humor y una capacidad de trabajo envidiable...   Nada mas y no es nada porque tendría que estar escribiendo dos años para decir lo que siento y lo que sentí cuando conocí su fallecimiento , pero le quiero decir a él directamente que seguro que leerá esto desde el cielo:   Amigo Ramón dicen que mientras alguien recuerde tu nombre no morirás ...Así que ya sabes, tu familia y tus amigos nos encargaremos de hacerte inmortal .

Dijo Ortega y Gasset que “el hombre puede poseer la elegancia en la figura de su cuerpo, pero también en su alma y en su modo de ser”…   Cuando llegué a Écija en octubre de 1.993, una de las primeras personas que conocí, a través de la emisora de radio Onda Sol, en la que comencé a trabajar en esta bendita Ciudad, fue Ramón Freire. Recuerdo perfectamente que, desde el primer momento, me acogió con los brazos abiertos (era yo entonces un recién licenciado periodista de apenas 24 años), y que congeniamos rápidamente, ya que nos unía una pasión común: el fútbol. En los programas radiofónicos que hacíamos, él participaba como contertulio, junto con Pepe Herráinz (D.E.P.), Pepe Herrera, Antonio Castilla, y hablábamos de fútbol, y de nuestro queridísimo Écija Balompié sobre todo…   Esa elegancia a la que alude el filósofo es algo que, desde el primer momento, me llamó la atención de Ramón. La elegancia de la nobleza, otorgada en este caso por el pueblo, no en vano para algo es “el Marqués”…   Un noble popular, que siempre demostró la generosidad de las personas capaces, implicadas siempre en causas de todo tipo que supusieran el bien para la ciudad. Así era Ramón, al menos así lo conocí yo durante los 27 años en los que mantuvimos una sincera amistad. Era un hombre bueno, afable, sencillo, correcto siempre en el trato, y dispuesto permanentemente para cualquier causa en la que se le pidiera ayuda. Ramón escribía un artículo (cientos, miles en este caso), o pregonaba la Semana Santa, o el Carnaval, o escribía el himno del Écija Balompié… Todo lo hacía, como trato de plasmar en estas letras, con elegancia, con sencillez, aunque detrás sé que había una gran labor de investigación, de documentación exhaustiva y de pasión por hacer las cosas bien, como hay que hacerlas.   Y su familia. Porque ahí está, fundamentalmente, su gran legado. Tenemos sus libros, sus conferencias, sus artículos, pero su gran obra fue crear una familia estupenda junto con Pilar ¡qué gran mujer!. Sus hijos (Pili, Ramón y Carmen), son buenos amigos en lo personal, y, como sus padres, son grandes personas, cariñosas y siempre amables. Ese es el gran legado de Ramón, una persona a la que siempre admiré, de forma sincera, por su carácter, por su afán por el trabajo bien hecho, por su elegancia innata, por su saber estar. Los recuerdos se agolpan en mi mente, y aquí podría hablaros de nuestras conversaciones en el Club Las Palmeras, cada verano, con el fútbol casi siempre como epicentro de la charla, o podría deciros que siempre tenía un consejo en lo personal, por supuesto que yo acogía con sumo agrado al proceder de una persona con tanta sabiduría, o de nuestros partidos de pádel –qué buena mano tenías amigo-…   Y sus nietos. Quiero finalizar estas palabras con un recuerdo, maravilloso, el AMOR profundo que Ramón tenía por sus nietos, Sergio, Jesús, Ignacio, y, qué pena, Laurita, a la que no pudo conocer al marcharse prematuramente de este mundo. Era pasión lo que Ramón sentía por sus nietos. Se me saltan las lágrimas al pensar en ello. Cómo los quería, cómo jugaba con ellos, cómo se le iluminaba la cara cuando los nombraba…   Querido Ramón. Fuiste un gran hombre. Trabajador, honrado, generoso, elegante por fuera y muy especialmente por dentro. Tu legado, amigo, permanece inalterable. No hay más que acercarse a Pilar, a Pili, a Chipi o a Carmen para comprobarlo. Un abrazo.

Ramón ha sido, y seguirá siendo, uno de esos hombres entregado en cuerpo y alma a su ciudad. Y a los hechos me remito, ha participado en innumerables actividades y en especial en la defensa de su valioso acervo histórico-artístico. Basta ver su amplia bibliografía para comprobar la ingente aportación que ha hecho, pero no ha quedado su contribución en escribir libros, sino que ha sido pregonero, contertulio en varios medios audiovisuales, hermano mayor de la hermandad y cofradía de la Sangre. Formó parte de una de las comisiones que se constituyeron para la coronación de la Virgen del Valle.   Amigo Ramón, gracias no sólo por dejarnos una amplia y rica bibliografía de nuestra ciudad, sino también por tu entrega a la milenaria y artística ciudad de Écija

Valga como recuerdo estas palabras para quien era y es un Maestro y además en mayúsculas por aquello de que sus estudios, investigaciones y conocimientos compartió con todos. Yo soy una de sus alumnas que esperaba cada semana sus valiosos escritos que llenan una carpeta que lleva su nombre en el escritorio de mi ordenador.    Con él era muy fácil aprender y conocer sobre nuestra querida tierra que tan ecijana como Ramón no deja de sorprendernos por que a la tierra decía el Maestro había que quererla como a una madre. Hoy, como un árbol que crece mirando al infinito me sumo a los esfuerzos de la Écija que no te olvida, para hablar con el cielo que siempre escucha.    En el Reino celestial estará en la gloria con la familia y los amigos que hacía mucho tiempo que no veía y de lo que estoy totalmente segura es que allí estará escribiendo el “Cronicón del Cielo”.    Volveremos a vernos Maestro.