Esta divertido “te eleva de problemas y dificultades, si las tiene, y de no tenerlas, para que te relajes del stress que te pueda estar causando el discurrir rápido y veloz de los acontecimientos diarios, porque ese y no otro fue el motivo de dicha publicación” como destacaba el autor al decidirse a reeditarlo en formato digital.
Además Ramón Freire comentaba la importancia que este libro ha tenido en su vida, ya que está ilustrado con dibujos de su hijo, hoy Doctor en Bellas Artes, Ramón Freire Santa Cruz. El autor cuenta que en 1994 –fecha de la edición en papel de este libro- contaba su hijo trece años “y aunque ya conocíamos sus aficiones por la pintura, no lo eran tanto por la lectura, así que, con el fin de que leyera, se me ocurrió encargarle las ilustraciones de cada uno de los relatos que yo contaba, para lo cual, le era obligatorio leerse los mismos. No muy conforme con ello, pues quería que se los contase uno a uno, ante mi negativa, no le quedó más remedio que leerlos y así sacar la ilustración que creyera conveniente. Las que figuran en la publicación es el resultado de ello”.